DIFERENCIAS ENTRE LOS SOÑADORES Y LOS EMPRENDEDORES

Un soñador imagina que algún día tendrá un millón de dólares. Un emprendedor va acumulando centavo a centavo, esa cantidad. Un soñador desea tener una vida de lujos, comodidad y descanso. Un emprendedor está consciente que antes le espera una vida de trabajo duro, de poco tiempo libre y de frugalidad.

Un emprendedor supera la reticencia al primer contacto, ignora el qué dirán de las demás personas y se lanza hacia lo desconocido. Un emprendedor sabe que no le espera un camino de rosas, sino una senda con tropiezos y fracasos temporales que él llama experiencias de aprendizaje. Un emprendedor está dispuesto a correr riesgos para lograr aquello que el soñador quiere conseguir desde la comodidad de su almohada.

¿Quieres ser un emprendedor o un soñador? Si elegiste lo primero; no temas, lánzate al mercado, imprime tus folletos, repártelos. Ofrece tus productos sin cansancio, sin desánimo. Prepara y ejecuta tu siguiente paso. Si lo tuyo, es un emprendimiento pequeño por el momento, actúa como un guerrillero, ataca continua y sistemáticamente. No te detengas. Si te detienes, estás retrocediendo. Obsesiónate con tu negocio y verás como éste crecerá.

Tres son las palabras claves; actuar, actuar y actuar. He ahí el camino. Tú decides: o soñador o emprendedor. Lo primero te paralizará donde estás. El emprendimiento te llevará a la riqueza ilimitada.

Confío en ti.